Es interesante observar que la figura de Baphomet, y desde el análisis Junguiano, teniendo en cuenta sus cuernos, se asocian a una deidad. El porque se figura como demonio, obedezca quizás a una cuestión política de la Iglesia Católica.
En sesión este símbolo, en el inconsciente profundo, lo utilizo para rescatar el aspecto vital, que el esconde, como resultado de un fuerte estímulo no resuelto, y luego demonizado por el paciente, ya que utilizado como estímulo el paciente ve en él la proyección de los aspectos que deben ser transformados, asumiendo la responsabilidad de su generación.
Aceptar, por ejemplo el odio que la imágen genera, y entregarse a ella, rescatando el aspecto del que nos alejamos con esta emoción. Ciertamente se utiliza con pacientes bastante avanzados en el trabajo, para hacer consciente y asumir el nivel que se abre a la consciencia.
Algunas consideraciones sobre el análisis simbólico:
Baphomet es por lo tanto, la Gran Obra alquímica simbólica,
donde las fuerzas independientes y de oposición se unen en perfecto equilibrio
para generar luz astral. Este proceso alquímico está representado en la imagen
de Levi por los términos Solve y Coagula en los brazos de Baphomet. Mientras que
logran resultados opuestos, Resolver (convertir sólidos en líquidos) y
Coagulación (convertir el líquido en sólido) son dos pasos necesarios del
proceso alquímico – que apunta a convertir las piedras en oro o, en términos
esotéricos, un hombre profano a un hombre iluminado. Los dos pasos se
encuentran en los brazos apuntando en direcciones opuestas, lo que enfatiza su
carácter opuesto.
Las manos de Baphomet forman el “signo de hermetismo” – que
es una representación visual del axioma hermético “como es arriba es abajo”.
Esta sentencia resume la totalidad de las enseñanzas y los objetivos del
hermetismo, en el microcosmos (el hombre) es como el macrocosmos (el universo).
Por lo tanto, la comprensión de uno es igual a la comprensión del otro. Esta
Ley de Correspondencia se origina a partir de las Tablas Esmeralda de Hermes
Trismegisto, donde se dice:
“Lo que está abajo se corresponde con lo que está arriba, y
lo que está arriba, corresponde a lo que está abajo, para llevar a cabo los
milagros de una sola Cosa”.
En teoría Junguiana, Baphomet es una continuación de los
cuernos como arquetipo de dios, como el concepto de una deidad teniendo cuernos
está universalmente presente en la psique individual. Cernunnos, Pan, Hathor,
el diablo (como se muestra por el cristianismo) y Baphomet tienen un origen
común. Algunas de sus características son muy similares.
“El nombre de los templarios Baphomet, que debe ser escrito
kabalísticamente hacia atrás, se compone de tres abreviaturas: Tem. OHP. AB.,
Templi omnium hominum pacts abbas, “el padre del templo de la paz de todos los
hombres”.