martes, 16 de abril de 2013

LO COLECTIVO NO NECESARIAMENTE SIGNIFICA TRANSPERSONAL




LO COLECTIVO NO NECESARIAMENTE SIGNIFICA TRANSPERSONAL



Los arquetipos junguianos son imágenes básicas o formas psíquicas primordiales heredadas.
Estas imágenes básicas o fundamentales representan las experiencias típicas comunes a las que se han visto expuestas los seres humanos en todo tiempo y en todo lugar, la experiencia del nacimiento, de la madre, del padre, de la sombra, del ego, del anima y el animus (masculino y femenino respectivamente), etcétera.
Y los millones y millones de encuentros  pasados con estas situaciones típicas han terminado sedimentando, por así decirlo, en el psiquismo de la raza humana esas imágenes primordiales, las imágenes comunes a todo ser humano a las que se refieren los grandes mitos de todo el mundo.
Y puesto que las formas rudimentarias de esas imágenes míticas impregnan el psiquismo individual, cuando Ud. se relaciona, por ej., con su madre, no solo está relacionándose con ella sino que también está haciéndolo  con la Gran Madre, una imagen arquetipica que se halla estampada en su  psiquismo y puede, en consecuencia, tener un impacto sobre su conciencia completamente desproporcionado con respecto a la relación real que haya sostenido con su madre biológica.
Una vez más, el hecho de que algo sea colectivo, no significa que sea transpersonal. Existen estructuras prepersonales (mágica y mítica), estructuras colectivas personales (racional y existencial) y estructuras colectivas transpersonales (psíquica y sutil). Que una estructura sea colectiva, significa simplemente que está presente de manera universal, como la sensación, la percepción, el impulso, la emoción , etcétera, y eso no es necesariamente transpersonal, sino simplemente colectivo o común.
Es importante tener en cuenta los "arquetipos"  para diferenciarlos, integrarlos y trascenderlos, pero tambien tenemos que saber que poco tienen que ver con la conciencia transpersonal o autenticamente espiritual, de hecho la mayor parte de ellos son impulsos regresivos de la conciencia, pesos que impiden el desarrollo superior. No es algo con lo que identificarnos sino lo que se debe trascender.
Ninguno de los mitos clásicos del mundo, por ejemplo, se refiere a los dieciocho estadios del desarrollo transpersonal de los que nos habla la tradición Mahamudra del Budismo Tibetano. Ni tampoco nada que se asemeje a sus descripciones de los estadios superiores, en las historias de Zeuz, Héctor o Caperucita Roja.

Desde las tradiciones Neoplatonicas occidentales, hasta el Vedanta, el Mahayana y el trikaya orientales, los arquetipos reales son las semillas-forma sutiles de las que depende toda manifestación. En los estados profundos de la conciencia contemplativa, uno empieza a comprender que el Kosmos  emana directamente de la Vacuidad, de la Pureza Primordial.
Los Arquetipos Reales -un término que significa "pauta original" o "molde primordial"- son una Luz, que comparada con otras luces inferiores, estas lucen como meras sombras.
Este tipo de afirmaciones, no son meros postulados metafisicos, sino revelaciones experienciales que luego son interpretadas en funcion del sustrato de esos individuos. Dicho de otro modo, el espacio sutil es el trasfondo del que emana esta realidad ontologica profunda. Esto no puede comprenderse hasta que se realice la experiencia meditativa, que es la que puede proporcionar los datos arquetípicos, que luego deberá interpretar.










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